Tras los continuos correveidiles con la prensa , mi ímprobo
archienemigo Lex Luthor, no había conseguido echar abajo mi impoluta
reputación. En estos momentos se encontraba entre la espada y la pared ya que después
de días de arduo trabajo buscando, había encontrado su guarida secreta. Me
dispuse a esquivar las numerosas trampas que Luthor disponía en el perímetro de
su guarida, con intención de embaucar a alguno de sus enemigos. Con Superman
nunca lo conseguirá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario